El arquitecto José Costoya se encontró con unas restricciones importantes de espacio y de luz en los locales que habían sido destinados a biblioteca pública de Barañain (Navarra), y que era necesario reformar y acondicionar para ese uso.
Sin embargo mediante un diseño en el que se priviliegia la entrada de luz y la diafanidad de las estancias se consigue crear el espacio acogedor y funcional que era necesario en esta biblioteca de dos alturas.
Dado el alto requerimiento en cuanto a estabilidad en caso de incendio que exige la norma española para las escaleras en edificios de este uso (90 minutos), el espacio central de comunicación entre las dos plantas corría el peligro de convertirse en un cajón cerrado de hormigón armado que hubiera destruido la sensación de luminosidad y apertura que el arquitecto había diseñado.
La solución pasa por la madera laminada. Al tratarse de un material con un comportamiento en caso de incendio que permite, por medio de su dimensionado, garantizar la estabilidad al fuego requerida. Además esta estabilidad al fuego es intrínseca al material y diseño utilizado, no siendo necesario ningún tratamiento ni mantenimiento adicional para tener garantizada esa propiedad durante toda la vida útil del edificio.
Además, la estética del material permite realizar un diseño que, lejos de tener que esconderse, como en el caso del hormigón; puede ser destacado y convertirse en un elemento de singular belleza y personalizador de la biblioteca.
Un trabajo excelente.
Saludos.
Gracias Antonio.
Te agradezco que te tomes la molestia de visitar mi blog de vez en cuando y que además dejes un comentario. Tú que también tienes uno sabes el trabajo que lleva…
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