De cinturones y apretones
Tengo que reconocer, aunque me cueste e intente disimularlo parafraseando a autores de renombre, que no entiendo de economía –al igual, me temo, que les ocurre a los expertos que nos guían, cual lazarillos, por la senda de la austeridad suicida-. Con esta reconocida ignorancia afronté la jornada presupuestaria intentado asimilar las cifras ofrecidas de …